Enamorada de un Recuerdo (2)

Han pasado más de 3 semanas desde mi llegada, hasta ahora todo ha sido normal. Todos mis días son iguales, lo que significa que poco a poco voy recobrando mi antigua y monótona vida. Definitivamente tengo que hacer que esto cambie, pero ¿cómo lo haré? Creo que la fiesta de bienvenida será la ocasión perfecta para dar un nuevo vuelco a mi vida...

Capítulo 2: Y junto a él, la primera nevada.

- ¡Laura date prisa o llegaremos tarde!

- Ya voy, estoy poniéndome los zapatos. ¿Acaso no puedes esperarte 5 minutos más África?

- Llevas más de 2 horas vistiéndote, a este paso nos tendremos que quedar en casa.

- No seas exagerada, además ya he acabado.

- Pues venga vámonos...

- ¿Y Kevin?

- Nos está esperando abajo junto a esa chica...Mónica.

-¡Lo había olvidado! Mónica, la novia de Kevin, vendrá esta noche a la fiesta.

No es que Mónica me callera mal, es que pensaba que Kevin y ella no estaban enamorados, y estaba en lo cierto. Se les notaba en la mirada, sus corazones pertenecían a otras personas. En ese entonces no sabía el nombre de las personas a las que en realidad amaban, pero esa misma noche lo descubriría.

África y yo bajamos uno a uno los escalones de aquel viejo edificio. Al llegar al portal vimos a Kevin junto a Mónica, que parecía haberse puesto más guapa que nunca para la ocasión. África y ella intercambiaron una mirada cómplice, mientras que Kevin permanecía frio a su lado. Ese día sus ojos estaban más azules que nunca, contrastaban con el frio invierno en el que nos encontrábamos.

La disco a la que íbamos estaba cerca de nuestra casa, por eso decidimos ir caminando. El silencio era absoluto, incluso podía escuchar los latidos de mi corazón con cada paso que daba. Hasta que de repente Mónica rompió el silencio:

- Escuché que hoy nevaría. Esta sería la primera nevada de este invierno.

Nadie contesto. Ante esta situación tan incómoda decidí romper una lanza a favor de aquella pobre chica de ojos castaños y pelo negro:

- Sería maravilloso, me encanta la nieve y si nieva mucho podríamos ir a esquiar. Además mi madre dice que si conoces a alguien durante la primera nevada del invierno, esa persona estará unida a ti toda tu vida.

-Eso es muy bonito -Dijo Mónica mientras se cubría el cuello con su bufanda rosa- Lastima que yo ya haya encontrado a la persona de mi vida.

-¿Kevin? - Pregunté esperando una respuesta sincera-.

-Si -dijo ella, aunque antes lo había dudado un poco-.

África y Kevin estaban callados, parecían nerviosos, estaban ocultando algo que esa misma noche yo descubriría.

Por fin llegamos a la discoteca. Desde fuera parecía un local tranquilo, moderno y acogedor, pero al entrar en el, me di cuenta que era todo lo contrario. Música a todo volumen, gente totalmente alocada y bebidas por todas partes decoraban el ambiente de aquel lugar.

Haciéndonos hueco entre la multitud llegamos hasta una mesa. Inmediatamente Kevin pidió unas copas para nosotros y África se lanzó a la pista de baile. Mientras tanto Mónica seguía tan callada como siempre.

- ¿Qué tal si vamos a bailar? -Sugirió Kevin a Mónica- Es la primera vez que venimos a una disco como novios.

-No me apetece, es que me da mucha vergüenza. ¿Porque no bailas con Laura?

- ¡Que dices! yo no sé bailar, y si supiera, nunca bailaría con mi primo.

-Parece que tu también tienes miedo - Kevin decía esto para provocarme- Ya no eres la misma...

Kevin consiguió lo que quería, provocarme. Acepte su invitación y fuimos a la pista de baile. No había casi espacio para movernos, a nuestro alrededor decenas de adolescentes alterados intentaban meterle ficha a chicas despistadas… como mi hermana.

Poco a poco nos hicimos hueco en la multitud. Desde nuestra mesa, Mónica, nos observaba muy atentamente, por un momento llegue a pensar que estaba celosa, pero nuevamente me equivocaba.

- Cada vez bailas mejor Laura.

- Es lo que tienen los años de práctica.

- Y cada vez estas más guapa -Aquel comentario de Kevin me advertía de que las cosas empezarían a torcerse-.

- ¡Que cosas dices tío!.

Empezaba a ponerme nerviosa, cada vez Kevin estaba más pegado a mí y su mano se deslizaba por mi espalda de una manera muy agresiva. De repente Kevin intento meterme su mano debajo de mi falda, en ese momento grite y lo aparte de mi con un empujón. Las demás personas parecían ignorar lo que a su alrededor pasaba, definitivamente esto era cosa de dos.

Indignada y a punto de llorar, salí corriendo de la pista de baile. Me dirigí a las escaleras que comunicaban la discoteca con el exterior. Necesitaba aire fresco, necesitaba aclarar mi mente.

No podía dejar de llorar y ni siquiera sabía porque lo hacía. Empecé a caminar con dirección a ninguna parte, era de noche y hacia frio y yo había olvidado mi chaqueta en la disco. Las personas me miraban, pero ellos eran lo que menos me importaban.

Decidí sentarme en un banco, agache la cabeza y las puse sobre mis rodillas y tiritando deje que mis lágrimas brotaran de mis ojos. De repente sentí como una mano se posaba sobre mi cabeza, era un chico un poco mayor que yo, de ojos castaños y pelo negro.

- ¿Que te ha pasado? - Dijo aquel chico misterioso-.

No pude contestarle nada, las palabras no me salían...

- Estas tiritando, ¿quieres mi chaquete?

Un escueto “Si” salió de mi boca por fin, y después él se quitó la chaqueta y suavemente la dejo caer sobre mis hombros. No sabía quién era aquel desconocido, pero, bajo su abrigo protector, me sentía libre.

En ese instante copos de nieve empezaron a caer del cielo, era la primera nevada del invierno. Solo pude recordar las palabras de mi madre:

"Si conoces a alguien durante la primera nevada del invierno, esa persona estará unida a ti toda tu vida."

Hoy, después de tantos años, puedo decir que mi madre tenía razón.

Continuará…

Capitulo 1