Ahí seguíamos las dos, una frente a la otra sin decir nada. Miki me lanzó dos o tres miradas asesinas que yo pretendí no haber visto. No era consciente de mis palabras, no era consciente de lo que significaba el discurso que minutos antes había pronunciado. Mas allá del silencio Miki y yo sabíamos lo que pasaba, nuestra historia viene del pasado, cuando apenas eramos unas niñas llengas de ilusiones y ganas de vivir.
Aunque sabía cual iba a ser la respuesta no pude evitar lanzarle una pregunta a Miki:
- ¿Es porque fui yo y no tú?
- No... no sé de qué me hablas -su voz no era la misma que hacía unos minutos. La Miki prepotente y destructiva había desaparecido para dar paso a una chica temerosa y vulnerable. Miraba al suelo, se comía las uñas. Poco a poco me hacía con el control de la situación.
-Yo fui la primera y eso te sigue doliendo...
Por un momento pensé que Miki se iba a derrumbar justo delante de mí pero se me olvido lo fuerte que puede llegar a ser en los momentos difíciles. Mas allá del ruido que se colaba por debajo de la puerta podía escuchar las risas que Miki y yo compartimos de pequeñas. En ese entonces teníamos ocho años, eramos las mejores amigas del mundo. Inseparables. Lo compartiamos todo, incluso el chico que nos gustaba, pero yo, reservada, prefería callármelo para que ella fuese feliz. Se podría decir que, de alguna manera un poco extraña, Miki y yo compartíamos incluso nuestros sentimientos.
-Yo fui la primera y eso te sigue doliendo...
Por un momento pensé que Miki se iba a derrumbar justo delante de mí pero se me olvido lo fuerte que puede llegar a ser en los momentos difíciles. Mas allá del ruido que se colaba por debajo de la puerta podía escuchar las risas que Miki y yo compartimos de pequeñas. En ese entonces teníamos ocho años, eramos las mejores amigas del mundo. Inseparables. Lo compartiamos todo, incluso el chico que nos gustaba, pero yo, reservada, prefería callármelo para que ella fuese feliz. Se podría decir que, de alguna manera un poco extraña, Miki y yo compartíamos incluso nuestros sentimientos.
- ¿Crees que Dani algún día sea mi novio?
- No sé Miki, creo que no le gustan las chicas.
- Como puedes decir eso Laura. Simplemente... simplemente es tímido. Sí eso debe ser. Laura...
- ¿Sí?
-¿Crees que Dani ya ha recibido su primer beso?
-¡¡Que tontería!! Es un niñato.
- Espero que no lo haya hecho. Yo debo ser la primera en besarle, tiene que ser apasionante.
- Es lo mas patético que he escuchado jajaja
- Ya lo veras, yo seré la primera.
- Mmm...
- Sería muy romántico que nos diéramos nuestro primer beso bajo la lluvia, en medio de una de esas tormentas de verano.
- Micaela
-¿Cómo me llamaste?
-Digo, Miki... Aun somos unas niñas no podemos pensar en esas cosas, eso ya vendrá cuando seamos mayores.
- Yo quiero mi primer beso ya, lucharé por conseguirlo.
- Micaela
-¿Cómo me llamaste?
-Digo, Miki... Aun somos unas niñas no podemos pensar en esas cosas, eso ya vendrá cuando seamos mayores.
- Yo quiero mi primer beso ya, lucharé por conseguirlo.
- Debí ser yo. Yo debí ser la primera a la que Dani besara.
- ¿Es por eso?, olvídalo sucedió hace años.
- Fue como lo imaginé. Durante una tormenta de verano, bajo la lluvia, el tomó tu mano y te besó. Haciéndote dueña de su primer beso, de su corazón. Después de eso mis padres se fueron de la ciudad y pensé que todo había acabado. Hace exactamente tres años regresamos aquí y tú ya no estabas, por fin tenía el camino libre para enmendar los errores del pasado, pero en Dani algo había cambiado. Él sólo podía pensar en ti.
Los ojos de Miki se llenaron de lagrimas, era obvio lo que sentía. Su amor, caprichoso y posesivo, me otorgó la victoria en aquel momento. Yo no le contesté, simplemente me dí la vuelta y me fui. No quise mirar atrás, no quise ver como Miki se derrumbaba, porque en el fondo ella seguía siendo mi amiga. Ya estaba a punto de salir de la habitación en la que nos encontrábamos cuando Miki apretó mi mano con fuerza. Me detuve un segundo, sabía lo que esto significaba: volvíamos a ser amigas.
Lentamente me dí la vuelta, cerré los ojos y abrí los brazos, lo que esperaba era un fuerte abrazo, pero Miki me dio una bofetada. No daba crédito a lo que sucedía, pensaba que todo estaba acabado, que volvíamos a ser amigas. Cuando me disponía a abrir la boca para recriminarle su acción Miki me soltó:
- ¿Quien te dio ese anillo?
Miré mi mano izquierda, era el anillo que unos días atrás había encontrado en el bolsillo de la chaqueta de Cristian... digo Dani.
- Me lo dio Dani la ultima vez que nos vimos.
- No es cierto. Ese anillo me lo regaló el día de mi cumpleaños y me lo quitó el día que...
- ¿Que día Miki?
- El día que rompimos.
- Quizás el hecho de que él me haya regalado este anillo después de habertelo quitado a ti significa que ya no te quiere, que soy yo la que vuelve a ocupar su corazón -sabía que lo que le contaba a Miki era completamente falso, ese anillo lo encontré por casualidad.
Recuerdo que en aquel momento el dolor que sentía Miki me provocaba placer. Nunca logré perdonarme a mi misma por las cosas que hice en esos días.
Continuará...
Los ojos de Miki se llenaron de lagrimas, era obvio lo que sentía. Su amor, caprichoso y posesivo, me otorgó la victoria en aquel momento. Yo no le contesté, simplemente me dí la vuelta y me fui. No quise mirar atrás, no quise ver como Miki se derrumbaba, porque en el fondo ella seguía siendo mi amiga. Ya estaba a punto de salir de la habitación en la que nos encontrábamos cuando Miki apretó mi mano con fuerza. Me detuve un segundo, sabía lo que esto significaba: volvíamos a ser amigas.
Lentamente me dí la vuelta, cerré los ojos y abrí los brazos, lo que esperaba era un fuerte abrazo, pero Miki me dio una bofetada. No daba crédito a lo que sucedía, pensaba que todo estaba acabado, que volvíamos a ser amigas. Cuando me disponía a abrir la boca para recriminarle su acción Miki me soltó:
- ¿Quien te dio ese anillo?
Miré mi mano izquierda, era el anillo que unos días atrás había encontrado en el bolsillo de la chaqueta de Cristian... digo Dani.
- Me lo dio Dani la ultima vez que nos vimos.
- No es cierto. Ese anillo me lo regaló el día de mi cumpleaños y me lo quitó el día que...
- ¿Que día Miki?
- El día que rompimos.
- Quizás el hecho de que él me haya regalado este anillo después de habertelo quitado a ti significa que ya no te quiere, que soy yo la que vuelve a ocupar su corazón -sabía que lo que le contaba a Miki era completamente falso, ese anillo lo encontré por casualidad.
Recuerdo que en aquel momento el dolor que sentía Miki me provocaba placer. Nunca logré perdonarme a mi misma por las cosas que hice en esos días.
Continuará...
Laura no debió de haber mentido... creo que eso traerá consecuencias.
ResponderEliminar¡Me ha gustado el capi, esperaré el siguiente con muchas ganas! ^^
¡Besos!
¡Sawako-chan, tienes un meme en mi blog! ^^
ResponderEliminarMe gustó el capítulo, pero estuvo cruel Laura. La mentira siempre trae consecuencias que no son buenas.
ResponderEliminarBesos.
Holaa!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog.
He estado mirando por ahi y he visto que tienes pelis que me encantan, y la historia que estas publicando está genial (:
Te sigoo!
Si tienes tiempo te gustaria pasarte por mi blog?
www.reinoetereo.blogspot.com
Un beso!
Hola!!! el capítulo se pueso super interesante pero me parece que la mentirijilla no le va a gustar a Dani
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